El establecimiento simula el interior de un barco y homenajea a la corbeta La Bayonnaise que naufragó en la Costa da Morte en 1803. Puro romanticismo, amor al mar y a la calidad de sus productos. Adecuado para grupos, bueno para los niños, tiene terraza.
Especialidad en pulpo, y para probar la lasaña de algas e longueiróns.